sábado, 16 de junio de 2012


Soy yo… o es que nadie se da cuenta


 Iluminado por una  ventana lateral, contra la pared se observan los barrotes marcados por la luz del sol, a mi derecha las escaleras oscuras por dos paredes que hacen sentir claustrofobia, camino con cautela por estas, se observa la puerta que deja pasar por debajo un haz de luz, al abrirla se observa una pared con una  ventana cubierta de barrotes por el miedo a ser abierta, a la izquierda esta el gran patio que ahora se ilumina con dificultad por el sol, ya que sobre este se encuentra una estructura de metal que sirve de techo, la pareded izquierda y derecha están llenas de ventanales y puertas que dejan entre ver otros cuartos donde hay ausencia de personas y materiales abecés hasta parecen abandonados, hacia el frente hay un pasillo, desde mi punto de vista un túnel, que deja ver un espacio al aire libre donde se encuentran los alumnos con mas regularidad como si en ese lugar se encontrara algún misterio que les llama a todos la atención, al atravesar el patio y antes de entrar al túnel a los costados hay unas escaleras que son la entrada a tres amplios cuartos pero omitiré la descripción de estos ya que tengo interés en lo que se encuentra después del túnel; al pasar las  escaleras se encuentra el túnel, dentro de este hay una puerta para los baños, en el techo una hilera de focos dispuestos uno tras de otro como si alguien pensara que puedes perderte y estos sirvieran para indicarte la salida, al atravesarlo al frente esta la entrada de lo que antes fue una casa y ahora es una escuela, también se observa un árbol no se que especie de árbol sea solo se que tiene un buen propósito para ciertas situaciones que de contare mas adelante, a la izquierda hay una estructura de metal color azul en cuyo espacio no tengo la idea de que almacenan ni cual es su fin, también hay una puerta que es la entrada a otro estancia donde juegan con barro, yeso y otros materiales, este lugar mas que jugar crean nuevas cosas a partir de estos materiales, a la derecha hay dos grades habitaciones ya sea de día o de noche están casi siempre iluminados por focos, el piso es de madera y ambos posen un espejo que ocupa una de sus cuatro paredes, demasiada vanidad se podría pensar, camino hacia el árbol, debajo de este hay una banca echa de sementó que le da la vuelta a todo el árbol. No se si sea por esta banca que sirve de descaso o por el árbol que da la impresión de cobijarnos con su sombra como si de una madre se tratara, que este espacio es ocupado con mucha frecuencia, que si uno observara desde fuera o conociera este lugar por primera vez  daría la impresión que se trata de un salón de diversiones o de una palapa junto al mar, pero desde mi punto de vista y que vista a mi este lugar se me hace atractivo por que estoy en primera fila hacia el salón de danza.


















Una taza de león







Agua de las verdes matas, tú me tumbas, tú me matas... tú me haces andar a gatas











Una vuelta por el parque





No a la reforma del art. 24